domingo, 1 de noviembre de 2015

Marcaje de Precios

Gaceta Oficial 40.774: Providencia sobre Regulación y Marcaje de Precios
El pasado Martes 27 de Octubre del presente año, las modalidades para la determinación, fijación y marcaje de precios quedaron regulados en el país, la ordenanza fue publicada en la Gaceta Oficial número 40.774.
La normativa es aplicable a toda persona natural y jurídica. El tope de ganancia para los importadores de bienes y servicios es de un 20% y en el caso de los productores Nacionales la ganancia alcanzaría un 30%.
La Gaceta Oficial 40.774 tiene como principal objetivo estipular el régimen ordinario para bienes y servicios que se comercializan dentro del territorio Nacional lo que no genera una limitante a la autoridad administrativa para dictar normas técnicas generales y particulares.
Para el proceso de fijar precios, con los que el Ejecutivo Nacional pretende en un máximo de 60% las ganancias del vendedor sin importar el número de intermediarios, se utiliza una fórmula matemática que contempla el Precio de Venta del Producto y el Precio Mayor de Venta al público. De esta manera al restar estos dos factores y dividir este resultado entre 100 no puede arrojar una cifra mayor a 60. El porcentaje de ganancia que obtenga el distribuidor no podrá ser superior al que percibe el comercializador al detal.

La responsabilidad de establecer los precios recae sobre el SUNDDE, por lo que quedan exentos de esta tarea los actores públicos y privados de la cadena de distribución de un producto. El SUNDEE deberá publicar los valores en su página web.  
De igual manera se obliga a que todos los productos lleven rotulado en un tamaño no menor a 5 milímetros su precio de venta y los artículos que no puedan ser rotulados se presenten en una lista de precios.
La normativa en materia de determinación de precios debe considerar muchas variables para poder tener un impacto coherente. Normalmente, en jurisdicciones con mayor grado de orden, se incorporan controles que son imperceptibles para el consumidor, y no invasivos para los empresarios. Indudablemente, al existir altos niveles de producción, los mercados se autorregulan y se vuelven sustancialmente más justos, dejando la tarea de control para bienes y servicios escasos y de difícil producción.

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